jueves, 1 de octubre de 2020

Una sonrisa repleta de esperanza


 

Me despedí de él en la estación, viéndolo asomar su infantil rostro por la ventanilla del tren. Yo agitaba un pañuelo blanco con una mano; con la otra enjugaba las pesadas lágrimas de mi corazón encogido. El fruto de todo mi amor partía hacia un futuro indudablemente incierto.

Los días, las semanas y los meses siguientes transcurrieron a menor velocidad que las manecillas del reloj sobre la chimenea; aquel reloj que tanto tiempo malgasté observando, junto a la fotografía enmarcada de su padre, condecorado por sus compañeros de la Armada apenas unos meses antes de fallecer en Pearl Harbor. Entonces, el Gobierno había declarado la guerra al Imperio del Japón, y arrebatado a una devastada madre como yo a su más preciado tesoro: su hijo de apenas dieciocho años.

Lloré como nunca lo había hecho. Mi corazón apenas pudo soportar contemplar su imagen alejándose sobre la vía de acero, envuelto en una densa nube de humo gris y mostrándome una amplia sonrisa repleta de esperanza. En lo más profundo de mi ser sabía que él todavía no comprendía la crudeza de aquella confrontación a la que se dirigía.

Pero lo que terminó por quebrar mi corazón fue observar cómo, una tarde de marzo de 1943, un vehículo militar se detuvo frente a mi jardín. Tres soldados de serio rictus se apearon, portando entre sus manos enguantadas una bandera pulcramente encartada. En ese preciso instante me desvanecí, y lo siguiente que recuerdo es despertarme en esta habitación de hospital.

Creo que llevo aquí varios meses. No sería capaz de asegurarlo, mas siento que carezco de motivo alguno para seguir luchando. Desde ese día no he dejado de padecer un profundo dolor en toda el alma. Ya solo quiero descansar por fin y reunirme con mis dos amores dondequiera que me estén esperando.

Con los ojos humedecidos, giro la cabeza hacia la puerta de la estancia y descubro allí una figura extraña, de pie. Apenas la reconozco, pero no puedo reprimir una risa nerviosa al vislumbrar la sonrisa repleta de esperanza de mi hijo.



Imagen: https://images.app.goo.gl/EE4qt5c5JyD6qqqU9

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario